Tägliche Andachten
¡No vea atrás!
“Dios, por favor, dame más fe… hazme un mejor cristiano… aleja los cigarrillos de mí, ¡ayúdame a andar en amor!”. ¿Cuántas veces ha escuchado (u orado) plegarias como ésta? Me imagino que muchas. Todos, incluso yo, hemos orado así alguna vez. Sin embargo, éstas son ineficaces. Usted puede orar todo el día, pero terminar de la misma manera: sin fe, atado al vicio de los cigarrillos y sin amor. Observe que falta un elemento importante en este tipo de oraciones. Un componente que, al estar presente lo engancha al poder sobrenatural y vencedor del Altísimo; y cuando no está, lo deja sin esperanza alguna. Yo le llamo a este elemento: la decisión de calidad. Una decisión de calidad es una decisión tan sólida como una roca, de la cual no es posible retractarse y ningún argumento puede estorbarla. Es un acto que se realiza por voluntad propia; es más, es lo único que Dios no hará por usted. Él ya le proveyó todo lo demás; incluso lo guió al decirle: «…os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida…». No obstante, al final quien toma la decisión es usted. Si no utiliza la poderosa habilidad de tomar decisiones conforme a la Palabra, terminará atado y dominado por las circunstancias de este mundo. Si toma la decisión de calidad de vivir por fe y de acuerdo con la Palabra; entonces será libre del vicio de los cigarrillos, andará conforme al amor, etc…, pues se ha conectado al poder de Dios. Ya que no está tomando una decisión en su propia fuerza humana. Dios lo respaldará y le permitirá ser un vencedor. Por tanto, sin importar cuál sea su batalla, o en qué área desee la victoria; tome una decisión de calidad. Y ¡no vea atrás! Deuteronomio 2-3; Juan 19 Dios ha puesto delante de mí la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Yo escojo la vida, escojo la bendición de Dios (Deuteronomio 30:19).
Heiligschriftstudium: Josué 24:14-18