Tägliche Andachten
Cambie lo que escucha
¿Alguna vez se ha sentido frustrado por lo que sale de su propia boca? Jesús afirmó que de la abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45). Si enfoca la mayor parte de su atención en las cosas naturales -programas de televisión seculares, yendo al cine, pensando en los afanes del mundo, preocupándose por su empleo o por su familia- entonces eso confesará. Por tanto, no debe cambiar la dirección de su enfoque. Diríjalo hacia la Palabra de Dios, y manténgalo allí. En términos generales, en Josué 1:8, se nos enseña que debemos hablar la Palabra. Cuando digo: “Hable la Palabra”, no me refiero a que sea de vez en cuando o sólo cuando se siente espiritual, sino de forma continua. En Deuteronomio 6:7, Dios afirma que usted debe confesar Su Palabra: «… cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes» (NVI). Casi todo el tiempo, ¿verdad? En el hogar, en el trabajo y en el supermercado -donde quiera que se encuentre, mantenga la Palabra de Dios en su boca-. En Romanos 10:17, se nos indica que: «La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». De modo que cuando confiesa continuamente lo que Dios declara, lo que Él hará y Sus promesas; crecerá en fe escuchando la Palabra que proviene de sí mismo todo el tiempo. ¿No es emocionante? Usted puede cambiar lo que está escuchando a su alrededor. Entonces comience hoy a llenar su corazón con la abundancia de la Palabra. Luego oiga cómo su boca se alinea con lo que Dios manifiesta con respecto a usted y a sus circunstancias. Isaías 52-53; Salmo 54 La Palabra de Dios nunca se apartará de mi boca (Josué 1:8).
Heiligschriftstudium: Deuteronomio 6:1-9