Tägliche Andachten
El aspecto creativo de Dios
Siembre su esperanza. Si la enfoca en un problema en particular de su vida, ésta crecerá y será más grande. ¿Más grande? Sí, más grande que el problema. La esperanza es una fuerza muy poderosa, y permanece dentro de usted si ha nacido de nuevo. ¿Comprende? Cuando recibe a Jesucristo como su Señor, el Espíritu del Dios viviente vino a morar en usted. Su ser interior renació a Su imagen, y Dios literalmente se convirtió en el Padre de su espíritu. Así como su cuerpo tomó los genes y rasgos de sus padres biológicos cuando nació; su espíritu tomó los “genes” espirituales, por así decirlo, de su Padre celestial cuando usted renació. Su espíritu adquiere Su esperanza, Su fe, Su amor -y todas las demás fuerzas espirituales que son características de Él-. Y todas juntas forman la vida eterna. El término griego para esta expresión es zoe. Ésta es una palabra que desafía la definición. Así que la mejor forma de explicar la palabra zoe es definirla como la esencia de Dios, la cual hace que Dios sea Dios. Y Él depositó zoe en su espíritu cuando usted aceptó a Jesús como el Señor de su vida. Ésta no es el tipo de esperanza humana, sino la de Dios. La cual es una de las fuerzas sobrenaturales que Él utilizó para crear el universo, y la depositó en su interior cuando nació de nuevo. Sin embargo, antes de que pueda utilizarla, usted debe estar absolutamente seguro de que la posee. “Pero hermano Copeland, usted no entiende. Mis circunstancias han sido tan difíciles ¡que ya no tengo esperanza!”. ¡Sí, la tiene! En Hebreos 6:19, se le garantiza. Quizá ahora se sienta totalmente desesperado. Es posible que éste sea el momento más desesperante de toda su vida; no obstante, de acuerdo con la Palabra de Dios, sí tiene esperanza. Dios mismo es su esperanza, y lo primero que debe realizar es reconocerlo. Confiese: Gracias Dios, ¡Tengo esperanza! Es necesario que se ponga de acuerdo con Él y con Su Palabra. La esperanza vive en su interior en este instante, sea consciente de ello. Utilícela, aliméntela, confiésela, protéjala, póngala a obrar con la Palabra de Dios; a fin de diseñar el plano hacia la victoria. Jeremías 5-6; Salmo 64 Tengo como segura y firme ancla de mi alma a la esperanza (Hebreos 6:19).
Heiligschriftstudium: 1 Pedro 3:15-22