Tägliche Andachten
Apruebe el examen de prosperidad
La idea de esa clase de riqueza asusta a algunos cristianos. Piensan que poseer mucho dinero es algo impío; sin embargo, en la Biblia no se enseña eso. Dios no tiene ninguna objeción en que tengamos dinero; por el contrario, Él “se deleita en la prosperidad de su siervo” (Salmos 35:27, AMP). El Señor no desea que lo codiciemos. Él no quiere que el dinero nos domine ni que lo amemos, y mucho menos que lo convirtamos en nuestro dios. Por esa razón, nos dio una instrucción bíblica fundamental sobre la prosperidad; la cual funciona como un salvavidas que nos permite ser ricos, y a la vez temerosos de Dios: “Mas bien, busquen [enfóquense y luchen por conseguir] primero el reino de Dios y Su justicia (Su manera de ser y hacer lo correcto), y todas estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33, AMP). Ése es el fundamento de la prosperidad bíblica, el cual se basa en la correcta manera de ser y de actuar de Dios. Y es para aquellos que se conducen en la Tierra según el sistema económico de Dios, en lugar de seguir el sistema del mundo. El método del mundo tiene al dinero como su dios. Éste ama y busca el dinero. Pero el reino de los cielos tiene al Padre como su Dios; y en la economía divina, no puede prosperar a menos que usted lo ponga a Él y a Sus caminos en el primer lugar de su vida. Hay que reconocer que algunas veces el pueblo de Dios comienza a prosperar, y luego se aparta del camino correcto. Esas personas aprueban el examen de pobreza; no obstante, fracasan en el de la prosperidad. Comienzan buscando primero el reino de Dios, pero cuando experimentan las bendiciones financieras de ese Reino, se mantienen más ocupados con lo que se les añadió. Sus corazones empiezan a enfriarse para con Dios, pues no continúan dándole el primer lugar en su vida. El Señor no desea que eso le ocurra a Su pueblo. Por ese motivo, les dijo a los israelitas que no se olvidaran de Él cuando entraran a la Tierra Prometida; después de comenzar a vivir en buenas casas y a disfrutar de la abundancia material: “Sino acuérdense [de todo corazón] de Jehová su Dios, porque Él les da el poder para obtener las riquezas…” (Deuteronomio 8:18, AMP). Entonces no sólo utilice su fe para aprobar el examen de la pobreza, sino ¡también para aprobar el examen de prosperidad! Ezequiel 38-39; Salmo 112 De todo corazón recordaré al Señor mi Dios porque el me da el poder para obtener riquezas (Deuteronomio 8:18).
Heiligschriftstudium: Deuteronomio 8:11-18