Tägliche Andachten
Bendiga al Señor
Grandes cosas suceden cuando usted confiesa continuamente la misericordia de Dios. La fe invade su ser interior y la realidad de que Dios lo ama empieza a manifestarse por medio de su espíritu. Es más, usted honra a su Padre cuando confía en su Palabra, cuando magnifica su amor y su misericordia, cuando habla de su bondad y su benignidad y cuando da testimonio de que Él es un Padre amoroso que hace solo el bien. A Dios le place que usted lo alabe por ser Él el gran Dios del universo que desea bendecirlo y que hasta dio a su Hijo por su gran amor para con el mundo.
David, quien era un hombre conforme al corazón de Dios, sabía cómo alabar al Señor. Si la Palabra aún no mora en usted ricamente como para pronunciar de su propio espíritu salmos y alabanzas, utilice las alabanzas de David para magnificar al Señor; expréselas o cántelas en voz alta al Padre.
Si pone las palabras de Dios continuamente en sus labios, va a empezar a sentir la emoción y el gozo de darse cuenta de que Dios es en verdad “rico en misericordia” por su gran amor con que nos amó. Su fe se remontará a nuevas alturas y su Padre será bendecido, y usted también.
Heiligschriftstudium: Salmo 89:1-18