Tägliche Andachten
El sumo sacerdote de su profesión
Hoy día muy pocos creyentes entienden el misterio del apostolado y sacerdocio de Jesucristo. Pensamos que un apóstol es alguna clase de supersanto. Pero “apóstol” en realidad significa “enviado”. Por tanto, Jesús ha sido enviado por Dios para hacer algo por nosotros.
Él ha sido enviado para servir como nuestro Sumo Sacerdote. De nuevo, muchos creyentes no tienen la menor idea de lo que un sumo sacerdote hace. Ellos se imaginan a una persona que camina en ropas extrañas cumpliendo con rituales religiosos.
En realidad, un sumo sacerdote es mucho más que eso: es el que está autorizado para administrar, poner en marcha, llevar a cabo y ejecutar lo que se le ha encomendado.
Quizá usted se pregunte: “¿Qué está Jesús autorizado para administrar, ejecutar o llevar a cabo en nombre de nosotros?” Hebreos 3:1 dice que Jesús es el Sumo Sacerdote de nuestra confesión. Él ha sido enviado a poner en vigor, a ejecutar y a llevar a cabo las palabras que usted diga.
Pero es muy posible que en lugar de palabras de fe, usted haya estado expresando cómo se siente. Por ejemplo, si usted solo habla de enfermedad, ¿qué podrá hacer el Señor con eso? El no es Sumo Sacerdote de la enfermedad, y no podrá hacer cumplir esas palabras. Si usted dijera: “Estoy débil, estoy cansado”, Él no podrá hacer nada con eso. La Biblia dice que el débil diga, “¡fuerte soy!” En el momento que usted dice esas palabras, Jesús podrá administrarle FORTALEZA.
Jesús no va a darle enfermedad, debilidad, pobreza o pecado; Él derrotó todo eso por nosotros. Él es el Sumo Sacerdote de redención, de justicia y de liberación.
Téngalo presente para cuando se acerque a Jesús, para que no hable palabras de derrota, sino palabras de victoria que Él pueda hacer cumplir. Eso es lo que Dios le ha comisionado a Jesucristo para que cumpla en usted.
Heiligschriftstudium: Hebreos 7:20-28