Tägliche Andachten
Espere una cosecha
Den, y se les dará. Esas palabras salieron directamente de la boca de Jesús. No obstante, hay muchos creyentes que se niegan por completo a creerlo. Tienen la idea equivocada de que es un error esperar recibir cuando se da.
Pero la verdad es que es un error no hacerlo.
¿Qué pensaría usted de un agricultor que siembra las semillas y luego deja que su cosecha se pudra en el campo? Pensaría que es un tonto, ¿no es así? Y si lo hubiera hecho cuando otros sufrían hambres, usted pensaría que ese agricultor sería responsable de un delito.
Bueno, sería igual de irresponsable dar semillas (en términos económicos), y no esperar la cosecha que Dios prometió. Especialmente cuando esa cosecha podría ayudar a llevar el Evangelio a gente que tiene hambre espiritual. Tan errado está el que hace caso omiso al principio de la prosperidad dado por Jesús, como lo está el que deja que una cosecha de trigo se pudra en el campo.
Dios quiere que cosechemos de las semillas que sembramos (en términos económicos). Él quiere que estemos preparados para no tener que pedir ayuda para nosotros, sino que “teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios 9:8). Su deseo es que tengamos en abundancia, no para que lo guardemos egoístamente, sino para que demos generosamente.
La próxima vez que usted dé, no se asuste de esperar una cosecha. Tenga fe para las recompensas económicas que Jesús prometió. Luego, cuando vengan, vuélvalas a sembrar. Mantenga en circulación la corriente de dar y recibir para que el Señor pueda bendecir al mundo por medio de usted.
Heiligschriftstudium: 2 Corintios 9:6-15