Tägliche Andachten
Lo que usted descuida, lo pierde
¿Sabía que el diablo no puede hacerle nada si usted no le da lugar? Así es, pues si usted no confiesa palabras de duda ni de incredulidad, sino que declara palabras de fe; él no podrá mantener su ataque. Si ha nacido de nuevo, Satanás no tiene ninguna autoridad sobre su existencia. Jesús es su Señor. El enemigo no puede robarle ¡a menos que usted mismo se lo autorice! ¡Satanás anda tras sus palabras! Es la única manera en que él puede conseguir asirse de su vida. No declare palabras contrarias a lo que usted cree. Solamente hable palabras de fe, incluso estando bajo presión. No importa lo que el diablo esté argumentando en sus pensamientos, ni lo que la gente a su alrededor esté hablando; sólo manténgase de acuerdo con la Palabra de Dios, y siga confesando lo que Él asegura. Sé que algunas veces será difícil realizarlo. Pero ¡usted puede lograrlo! Cuando las cosas parecen no tener esperanza, no se rinda ni empiece a confesar derrota, sino que duplique sus declaraciones de fe. Aprenda a contestar de inmediato con la Palabra de Dios cuando surja cualquier duda o temor. Aprenda a pelear con la espada del Espíritu. No permita que Satanás lo intimide con amenazas. El enemigo sólo puede realizar lo que usted declara. El diablo no tiene autoridad sobre su vida a menos que usted se la dé. Si no le da ninguna oportunidad, él no podrá ejecutar ninguna de sus amenazas; si usted se comporta tímido y temeroso por medio de las palabras de su boca, Satanás puede obtener ventaja. Nunca permita que el temor lo haga descuidar su confesión de fe. Yo aprendí esto hace mucho tiempo: lo que usted descuida, lo pierde. Permanezca firme y siga declarando palabras de fe; y derrotará cualquier ataque. Isaías 9-10; Salmo 31 El Señor pone guarda a mi boca y cuida la puerta de mis labios (Salmos 141:3).
Heiligschriftstudium: Mateo 9:18-26