Tägliche Andachten
Mantenga la unión
Si usted se mantiene en constante comunión con Dios, si está unido con Dios de una manera vital, entonces todo el poder del cielo se encuentra a su disposición. ¿Comprende? Reflexione en esto por un momento. Piense en lo maravilloso que sería gozar de tal armonía con Dios que ¡Él cumpliera todos sus deseos! Según Jesús, esa clase de poder se encuentra disponible para todos los creyentes, tanto para usted como para mí… si nuestra unión con Dios se convierte en lo más importante de nuestra vida. ¡Así que hagámoslo! Ya no nos comprometamos con el mundo, ni permitamos que sus actividades obstruyan nuestro tiempo con Dios. Depositemos Su Palabra en nuestros corazones de una manera tan profunda que la opinión de las demás personas carezca de importancia. Luego comencemos a pedir lo que necesitamos y lo que deseamos. Pídale a Dios que supla las necesidades de los demás. Y por supuesto, creamos que recibiremos cuando le pidamos. No pidamos con timidez. Podemos ser valientes, sabiendo que cuando le damos a Dios la prioridad en nuestra vida, Él nos da la prioridad en la Suya. A eso se refería Jesús cuando expresó: “Cualquiera que [en verdad] me ama, será amado por mi Padre, y Yo [también] le amaré y Me mostraré (revelaré, manifestaré) a Mí mismo” (Juan 14:21, AMP). El Señor se lo explicó a Rufus Moseley -un gran hombre de Dios que murió hace algunos años-: La vida en Jesús es gloriosamente fácil. Pero conlleva una responsabilidad: permanecer unido, porque si permaneces unido a Mí, Yo me encargaré de todo lo demás. ¿No es esa una agradable y sencilla instrucción? Mantenga la unión con el Señor, pues Él se encargará del resto. Isaías 13-14; Salmo 33 Yo permanezco en Cristo y permito que Sus palabras habiten en mí. Por eso produzco mucho fruto y glorifico a Dios (Juan 15:7-8).
Heiligschriftstudium: Juan 14:21-26