Tägliche Andachten

Juni 25

No se apresure

Kenneth Copeland
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón... hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes... y estarán como frontales entre tus ojos.

Una de las razones por la que Gloria y yo hemos visto los resultados que tenemos en nuestra vida y en nuestro ministerio es que cuando nos dábamos cuenta de lo que la Palabra de Dios haría, literalmente nos sumergíamos en ella. Apagábamos el radio y el televisor, poníamos a un lado el periódico, y pasábamos cada momento del tiempo disponible, bien fuera leyendo la Palabra, escuchando grabaciones acerca de la Palabra o meditando en ella.

Al final, todo ese tiempo en la Palabra tuvo un poderoso efecto en nosotros. Empezó a revolucionar todo lo nuestro y a convertir el fracaso en éxito.

Sin embargo, eso no sucedió de la noche a la mañana. Llevó tiempo. Muchos creyentes no comprenden eso. Empiezan muy devotos en la Palabra, pero cometen el error de esperar resultados milagrosos instantáneos y cuando no los ven, se desilusionan y se apartan.

No haga eso. Sea paciente. Dele tiempo a la Palabra para que haga su obra.

Jesús dijo una vez: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). La Palabra de Dios alimenta el ser espiritual así como el pan alimenta el cuerpo. El alimento tiene que ser absorbido por el cuerpo. Las vitaminas y los minerales que hay en los alimentos tienen un efecto acumulativo en el cuerpo, ¿no es así? Además, casi todo lo que instantáneamente afecta a su cuerpo, se considera peligroso.

Mucho de esto es cierto con la Palabra de Dios. Ella tiene un efecto acumulativo. Sí, a veces Dios actuará instantáneamente y hará un milagro, pero sólo para enderezar las cosas. Su propósito realmente es que usted se alimente de su Palabra para que crezca en fortaleza y fe y dé fruto a su tiempo.

Así que, no se apresure tanto. Permanezca en la Palabra. Sea paciente. Los resultados vendrán.

Heiligschriftstudium: Deuteronomio 7:11-23

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