Tägliche Andachten
No se necesita a toda la nación
Si usted está dudando de que sea posible para unas pocas personas como nosotros cambiar la nación entera, permítame preguntarle lo siguiente: ¿puede una persona endemoniada cambiar una nación para mal? ¡Definitivamente! Hitler lo hizo en Alemania.
Si el poder del diablo en una persona puede cambiar a una nación para mal, usted puede estar seguro de que un grupo de hombres y mujeres con el poder de Dios en ellos pueden cambiar a una nación para bien. Ninguna nación está tan perdida como para que Dios no pueda cambiarla. El pueblo de Israel es prueba de ello, porque cuando aún no existía, Dios la levantó ante los ojos del diablo y este no pudo destruirla.
Quiero que note algo en ese pasaje de 2 Crónicas. Dice: “Si… MI pueblo, sobre el cual MI nombre es invocado… “. Dios no dijo “si toda la nación”, como requisito para que cambiaran las cosas, sino “MI pueblo…”. Note que tampoco dijo: “si mi pueblo se pone a firmar peticiones y si consiguen la mayoría de votos…”. No, sino que dijo, “si… oraren”; o sea, vamos a tener que dejar de tratar de resolver este asunto nosotros solos.
Dios sanará esta tierra, pero nuestro deber es orar, creer y buscar su rostro. Empecemos a hacerlo hoy.
Heiligschriftstudium: 2 Crónicas 7:1-16