Tägliche Andachten
Reciba su milagro
¿Necesita usted un milagro? Entonces, créalo, confiéselo y recíbalo.
“Pero, Gloria, yo no sé si pueda hacer eso”.
Sí, ¡usted puede! Ya lo ha hecho. Cuando hizo a Jesucristo el Señor de su vida, usted creyó en el mayor milagro del universo, lo confesó y lo recibió: el milagro de un espíritu renacido. Cualquier otro milagro que usted reciba vendrá de la misma manera.
Se empieza por renovar la mente y el corazón creyendo lo que la Palabra de Dios dice en cuanto a la necesidad en particular que uno tenga. Muchos tratan de pasar por alto este paso. Tratan de creer que van a recibir su milagro pero no se toman el tiempo para que la Palabra transforme su mente y su corazón; solo quieren confesarlo con su boca y que aparezca al instante. Pero no será así, porque lo que uno cree con el corazón y confiesa con la boca es lo que recibirá.
Si usted aún no tiene suficiente fe para creer que recibirá el milagro que necesita, entonces no lo recibirá: “la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Así que, empiece a llenar los oídos de su corazón con la Palabra hasta que nazca la fe para su milagro. Eso fue lo que hizo la mujer con el flujo de sangre. Ella creyó en su corazón que Jesús la sanaría, luego lo confesó en voz alta con la boca y después actúo sobre esa fe, y recibió su milagro.
Jesús no fue quien tomó la decisión. Él no dijo: “Creo que hoy haré un milagro en la vida de esa pobre mujer”. Ella fue la que lo hizo realidad al conectar su fe al poder de Dios. Por eso Jesús le dijo: “… hija; tu fe te ha salvado” (Mateo 9:22).
Usted tiene la misma oportunidad hoy en día. El poder de Dios está presente en todo lugar. Su fe conectará ese poder a su vida, a su cuerpo o a sus circunstancias. Así que, busque al Señor Jesucristo, y crea, confiese y reciba su milagro hoy.
Heiligschriftstudium: Mateo 9:18-31