Tägliche Andachten
Un poco cada día
Si usted quiere crecer en el reino de Dios, tendrá que hacerlo como la semilla que ha sido sembrada en la tierra. ¿Cómo crece una semilla? ¿De inmediato? No, crece constantemente, 24 horas al día, un poco a la vez hasta que llega a cumplir el propósito para la cual fue creada.
Muchos de nosotros no actuamos espiritualmente de esa manera. Estudiamos y oramos por unos pocos días, pero luego desistimos. Cuando viene alguna adversidad, tratamos de una manera alocada de orar y permanecer en la Palabra, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de que, por alguna razón, no somos tan fuertes como deberíamos serlo.
No existe el éxito de la noche a la mañana en el reino de Dios. La fortaleza verdadera y el crecimiento verdadero vienen al mantener constantemente la Palabra ante sus ojos, en sus oídos y en su corazón. No sólo cuando usted quiere o tiene ganas, sino constantemente, como la semilla, un poco todo el tiempo.
Una vez vino un hombre y me dijo: “Hermano, su ministerio empezó a tener éxito de la noche a la mañana, ¿no es verdad?”
“Si así fuera -le respondí-, entonces hubiera sido la noche más larga que habría tenido en mi vida”.
Desde el punto de vista de él, mi éxito parecía haber brotado rápidamente. Eso se debe a que él nunca vio todas las horas, las semanas, los meses y los años que pasé en la Palabra de Dios. Tampoco vio el proceso diario detrás de ese éxito. El sólo vio los resultados.
Decida hoy empezar ese proceso diario de crecimiento constante. Decida empezar a poner de una manera constante la Palabra en su corazón. Cada día una línea aquí, una línea allá, una cinta aquí, una cinta allá. Comience a vivir como si esa Palabra fuera la verdad a cada hora del día, sin considerar lo que venga o cómo usted se sienta. Siga añadiendo a su fe, meditando en ella, confesándola, siete días a la semana. Con el tiempo, su fe será más grande de lo que usted jamás soñó que podría ser.
Heiligschriftstudium: Lucas 13:18-21