Tägliche Andachten
La victoria será algo seguro
Dios nos ha llamado a vivir en santidad, a llevar una vida consagrada para Él. Nos ha escogido para tener una vida totalmente dedicada a Sus caminos. Aunque debo advertirle que en este camino a la santidad, el Señor le pedirá que deje a un lado ciertas cosas que talvez no sean pecado; y que tan sólo sean pesos como los que leemos en Hebreos 12:1. Y ¿cuáles son esos pesos? Pues los intereses naturales u objetivos que quitan tiempo o energía; y que lo detienen en este mundo natural. Son distracciones terrenales que no son precisamente malas, pero que lo mantienen alejado de conseguir un nivel más alto en su búsqueda espiritual. También es todo aquello que ocupa el lugar de Dios en su corazón. Se supone que Él debe tener el primer y supremo lugar en sus sentimientos. Él no debe ser uno de los muchos tesoros en su vida, sino el tesoro de su vida; su primer amor. En Colosenses 3:1-2, leemos: «Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra». Una vez más, note que en estos versículos no se afirma que el Señor será quien ponga la mirada en las cosas de arriba por usted, sino debe hacerlo usted mismo porque es su responsabilidad. Si no le dedica tiempo suficiente al Señor, se dará cuenta que le será muy difícil vencer sus deseos carnales. Entonces unos días los abandonará…pero después los volverá a tomar, porque en lo espiritual usted no es lo suficientemente fuerte para realizar lo que sabe que debería hacer. Cuando se encuentre en esa condición, de inmediato comience a invertir más tiempo leyendo y meditando en la Palabra, orando y teniendo comunión con Él. Esa unión con el Señor fortalece su espíritu, así que concéntrese en mantenerla. Pronto se percatará de que posee más fuerza para vencer ese pecado persistente, apagar la televisión, hacer a un lado ese juego de golf o cancelar esa salida al centro comercial; a fin de escuchar la Palabra, pues el Señor lo impulsa a pasar tiempo con Él. Recuerde esto: el Señor lo puede cambiar por completo. Él puede solucionar cualquier situación en su vida si usted le dedica suficiente tiempo. Al pasar tiempo con Él, por medio de la Palabra y la oración, usted comenzará a obtener la victoria en su interior; y una vez que la obtenga, ¡la victoria en el mundo exterior será algo seguro! Ezequiel 21-22; Salmo 103 Yo pongo la mirada en las cosas de Dios (Colosenses 3:2).
Heiligschriftstudium: 1 Juan 3:1-3